Origen, características y beneficios del método Pilates
Quién no ha escuchado a un familiar o amigo decir: «apúntate a Pilates que va muy bien», «una semana que dejo de ir y ya lo noto», «me siento más activa», «vas y desconectas»…
Y no son sólo los allegados quienes aconsejan su práctica y comentan sus ventajas, sino también muchos profesionales de la salud.
Por eso si estás pensando en apuntarte a practicar Pilates échale un vistazo a este post. Vamos a repasar cual es su origen, qué es y cuáles son sus beneficios.
El que desarrolló este sistema de ejercicios fue un alemán llamado Joseph Hubertus Pilates. Su infancia estuvo marcada por el asma, el raquitismo y la fiebre reumática. Esta debilidad fue su gran motivación, que le llevó a buscar la mejor manera de fortalecerse mediante el ejercicio físico.
Así fue que Pilates creó un método de entrenamiento físico-mental que en principio llamó Contrología pero más tarde adquirió el nombre de su fundador.
¿En qué consiste el método Pilates?
Básicamente se trata de un conjunto de ejercicios que fortalece, flexibiliza y equilibra el cuerpo. Pilates desarrolló su método hasta convertirlo en un estilo de vida ideal que sólo es posible conseguir a través de un equilibrio físico, mental y espiritual.
El método Pilates se basa en seis principios:
- RESPIRACIÓN. Tomar conciencia del ciclo inspiración-espiración.
- FORTALECIMIENTO DEL CENTRO DE ENERGÍA O «CORE´´. Es lo que nos permite mantenernos en equilibrio.
- CONTROL sobre los movimientos que se realizan.
- CONCENTRACIÓN. Los cinco sentidos 100 % puestos en la ejecución del ejercicio.
- FLUIDEZ. Los movimientos son dinámicos, continuos y fluidos.
- PRECISIÓN de movimientos. Prima la calidad por encima de la cantidad. Cuanto más precisos sean los ejercicios mayor efecto producirán.
Si se siguen sus principios se podrá adquirir una conciencia corporal completa. Controlarás tu mente, y tu mente controlará tu cuerpo.
¿Por qué es beneficiosa la práctica de Pilates?
Diariamente sufrimos los efectos negativos de un estilo de vida acelerado. Las prisas por cumplir horarios, las tensiones en el trabajo, las malas posturas, los gestos repetitivos pueden llegar a ser una amenaza para nuestra salud.
Cualquier programa de entrenamiento bien realizado resulta beneficioso y llega a convertirse en una “adicción sana” o una “bomba de oxigeno” para sobrellevar nuestro ritmo de vida. Un programa de ejercicios terapéuticos bien desarrollado es un componente básico en los servicios de fisioterapia ya que mejora la condición física, la capacidad para desempeñarse con mayor autonomía reduciéndose, a su vez, el riesgo de enfermedad o lesión.
Concretamente el método Pilates es un programa de ejercicios que ayuda a desarrollar la fuerza muscular, mejora la postura, aporta flexibilidad, equilibrio y unifica mente y cuerpo.
Hay diversos estudios que hablan de los beneficios de su práctica. Entre estos beneficios se encuentran la mejora del equilibrio y la fuerza en personas mayores, la disminución del dolor y discapacidad en personas con dolor lumbar crónico inespecífico, y la mejora de la flexibilidad y estabilidad del tronco y pelvis en personas sanas.
Si nos decidimos a practicarlo, es necesario que sea de una manera adecuada; es decir: en grupos reducidos y previa entrevista con un profesional sanitario. De este modo se puede realizar una adecuada valoración para comprobar en qué medida el Pilates nos puede resultar beneficioso y cuáles son los aspectos concretos a mejorar.
Practicar Pilates es una forma óptima de mejorar tu calidad de vida y un camino ideal para recuperar el equilibrio en tu actividad diaria.
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Brenda Segovia, Fisioterapeuta experta en suelo pélvico y profesora de Pilates Clínico. Nº colegiado 4978.
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